Algunos factores, como las empresas que se centran en la remuneración a corto plazo, los pocos incentivos para la innovación, las dificultades impuestas por el Estado, entre otros, terminan influyendo en el desarrollo y la aplicación de soluciones innovadoras. Sin embargo, en América Latina, un número considerable de instituciones no se conforma con los modelos convencionales y apuesta por el desarrollo de propuestas más revolucionarias para aplicar eficazmente esas aplicaciones. Soluciones disruptivas exigen una visión más integrada y ampliada de las oportunidades de transformación de la cadena de suministro.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China tiene consecuencias en la geopolítica mundial y especialmente en América Latina, es demandada por las empresas una planificación a largo plazo y que sean consideradas más variables para minimizar estos impactos en su cadena de valor.
El choque de la demanda muestra la gran dependencia de los proveedores de China y los sectores más afectados son:
• Electrónica;
• Coches;
• Piezas de automóvil;
• Medicinas genéricas;
• Tecnología de la información.
La previsión para 2020 es que el mundo en su conjunto saldrá de esta crisis con un carácter más aislacionista, proteccionista, populista y nacionalista, por lo que es importante desarrollar la ventana de oportunidad para conseguir nuevos proveedores y compradores. Todo esto puede implicar una mayor dificultad para hacer negocios, por lo tanto, la importancia de la colaboración con sus socios comerciales y garantizar una fuerte resiliencia en la cadena de suministro extendida.