Las empresas conectan a los proveedores, distribuidores, productores y muchos de ellos han pasado por un choque de eficiencia en busca de más autonomía y supervivencia ante la crisis. En este escenario se buscan nuevas alternativas para satisfacer las necesidades, como la búsqueda de proveedores locales y la inversión en tecnología para mejorar la producción.
Para minimizar los efectos de la crisis política y económica, las instituciones han empezado a adoptar algunas medidas, como la evaluación del riesgo de los proveedores, el trabajo conjunto con los proveedores y la transparencia mediante el acceso a la información sobre todos los procesos.
La buena gestión aplicada tiende a reducir los costos en toda la cadena de suministro. Además de proporcionar buenos resultados, la gestión se vuelve más objetiva. Algunas otras prácticas han comenzado a ponerse en evidencia ante el conjunto del escenario económico. SAP Ariba explica cómo:
- Inversión en tecnologías de vanguardia que optimizan la gestión de la cadena de suministro;
- Inversión en programas de capacitación para proveedores;
- Identificar oportunidades, manteniéndose informado sobre el sector del mercado del que forma parte la organización;
- Mantener la transparencia a lo largo de las etapas;
- Buscar alternativas que influyan en las actividades de la empresa.
La cadena de suministro crece a medida que las líneas de producción se vuelven más ágiles, económicas y eficientes. En este caso, es la tecnología la que seguirá dictando el ritmo del desarrollo de la cadena de suministro. América Latina tiene el momento adecuado para utilizar la tecnología y generar nuevos negocios. Las políticas proteccionistas pueden perjudicar o ayudar a ciertos países. Por lo tanto, es un buen momento para centrarse en las tecnologías innovadoras.